Te quisieron quebrar y no pudieron
Las lágrimas las enjugaste con los tuyos
La bronca la expresaste con la huelga de hambre
Tus carceleros cuentan con un odio ancestral
Ese odio de los que trataron y aún tratan a las chinitas como cosas
Es el mismo desprecio que sienten por aquellos a quienes les restauraste la dignidad
La cárcel que te duele hasta el alma te hizo más fuerte
Chiquita, delgada, me haces acordar a Evita que sacaba fuerza de su debilidad
Los médicos que te asisten son perseguidos, sólo los “oficiales” te pueden atender
Te niegan visitas, estás rodeada de milicos a las órdenes del gobernador
No respetan los acuerdos internacionales ya que sigues presa aunque en una casa
Toda la fauna canalla que sostiene tu martirio serán juzgados Milagro
Te lo prometemos juicio y castigo
Gracias Milagro por tu fuerza
Cristina Campagna