El Papa Francisco en su última Encíclica DILEXIT NOS, toma lo dicho por San Pablo, con referencia a Jesucristo “Nos Amó” (Rm8,37).
Al comienzo reseña el término corazón en referencia al amor, en las primeras páginas me impacta con las dos palabras que elijo para el título: Falta corazón.
Estuve varios días dándole vuelta a esas dos palabras, tan pocas, tan justas, tan dolorosas, tan presentes…
Falta corazón, reina la indiferencia: Gazza, Gazza nuestra Gazza, ¿rezamos lo suficiente para que el genocidio acabe?
Falta corazón, gobierna el desamor cuando no se grita fuerte, ¡fuerte! ante millones de niños se van a dormir con la panza vacía, en la Patria y en otras Patrias… (no sirve de consuelo)
Falta corazón, preside la crueldad cuando nuestro país fue el único en el mundo que no firmó en contra de la violencia hacia las mujeres y niñas.
Falta corazón cuando miramos ciegamente el celular y no a los ojos de los que están cerca nuestro, la barbarie avanza y miramos para otro lado, ya que nos sentimos ajenas a ella…
Falta corazón cuando la muerte de nuestro prójimo sucede por falta de atención y/o remedios, y ni siquiera nos indignamos…
Falta corazón ¿hasta cuándo? ¿hasta quién?
Cristina Campagna 16/11/2014