Una batalla que se ganó esta mañana en la cámara de diputados, una batalla, no confundir con que lo ganado es la guerra.
A mis alumnos les digo siempre, todos los derechos se consiguieron con la lucha y en la calle.
Nadie regala poder teniendo poder.
La lucha por la igualdad de derechos es interminable, por la igualdad en el caso de las mujeres con respecto a los varones es permanente.
Porque no alcanza con la lucha en la calle, no termina con un cuerpo legal saturado de “permisos”
Porque muchos votos negativos lo formularon diputadas mujeres
Porque cuando una mamá hace diferencias sus hijos: el varón que descanse la nena que lave los platos, allí ya perdimos…así de simple, así de cotidiano…
Porque más acá de los machos cabríos que resisten a la igualdad con argumentaciones lamentables, está el lugar que las mismas mujeres aún debemos re-conocernos
Porque son muchas las mujeres que aún se refugian en su “debilidad” para seguir cobrando peaje…
Hay que festejar este paso recordando a Eva Perón cuando, haciendo de la lucha su bandera, sostenía: ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país. Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad.
¡La lucha que se pierde es la que se abandona!
Cristina Campagna