En la vida de las personas ocurren hechos o situaciones que marcan su existencia: el nacimiento de un hijo, la muerte o desaparición de un ser querido, sufrir violencia doméstica o abusos, pasar hambre, etc.
A los pueblos del mismo modo que a las personas individualmente, hay acontecimientos extraordinarios que los convocan a salir del sosiego, de la rutina, que los llaman a cambiar hábitos, los provocan a juntarse con otros
En Moreno pasaron y están pasando hechos extraordinarios: la muerte de Sandra y Rubén, la tortura de Corina, las amenazas a otros docentes y directores
Frente a estos hechos extraordinarios las personas de este territorio se vieron impelidas a cambiar hábitos a discutir estrategias, a autoconvocarse, a unir voluntades
Es otro hecho extraordinario, para quienes vivieron siempre en Moreno, no recuerdan algo similar, por eso es un hecho extraordinario
Sturla Stalsett* distingue dos dimensiones de lo ético: el de ética como búsqueda de la buena conducta del ser humano, y ética como la buena vida, o la buena sociedad.
En la primera dimensión se pone el acento en la calidad ético-moral de los procedimientos, refiere a destacar si esta o aquella actividad es buena, honesta, transparente, etcétera. La importancia de esta dimensión en el mundo de hoy refiere a temas como la corrupción, el clientelismo, la impunidad, etcétera, pues las sociedades actuales precisan agentes públicos y privados con principios morales.
Las marchas desde esta dimensión de la búsqueda de la buena conducta, se puede interpretar en las marchas mismas en su ritmo tranquilo, alegre y firme. Sin slogans vacíos, la marcha misma representa la conducta buen que se exige a los que gobiernan. Por eso, desde el valor de la honestidad en las marchas cada uno pone el cuerpo, se deja ver. Se registra fotográficamente o con videos y los marchantes aceptan, sonríen con satisfacción y dan su ¡presente!
La segunda dimensión es complementaria a la anterior, pues es necesario que las metas y las reglas sean las correctas, ya que comprende la calidad ética fundamental de las metas y la sustancia y legitimidad de las reglas.
En las marchas se exige juego limpio, que se respeten las reglas, pues el Convenio Colectivo no es sólo un reclamo salarial, sino que también se acuerdan condiciones laborales que hoy se están incumpliendo sin lugar a dudas
Este autor propone tres valores éticos fundamentales en el mundo globalizado: la vulnerabilidad, la dignidad y la justicia.
¿Por qué considera la vulnerabilidad un valor ético? Porque todos en un mundo global comparten la vulnerabilidad en tanto el calentamiento global, la contaminación, las crisis financieras, las epidemias, etcétera; pero también la vulnerabilidad es asimétrica, porque no afecta a todos del mismo modo.
Esta vulnerabilidad compartida pero asimétrica lleva a asumir la responsabilidad de hacerse cargo, hacerle frente como tarea personal y colectiva. Por eso para este autor lo ético es la vulnerabilidad reconocida y asumida (Cfr. Stalsett, 2005).
La vulnerabilidad asimétrica en las marchas se expresa en la forma de morir y sufrir de los docentes en Moreno. Hay asimetría en el modo de morir en el caso de Sandra y Rubén y en el modo de sufrir en Corina y los amenazados.
En las marchas se repudia estas vulnerabilidades y en la convicción de la unidad en el rechazo, pues todos los docentes y la comunidad educativa en general, estamos en riesgo
La dignidad como requerimiento mínimo y criterio de juicio es un proceso de desarrollo, pues la pobreza no es sólo privación de recursos sino también privación de capacidades para hacer realidad las metas… La sociedad buena en el sentido ético es una sociedad en la cual todos los seres humanos que la integran reconocen, respetan y realizan mutuamente su dignidad humana. La dignidad depende de factores externos e internos: los externos son el reconocimiento, las condiciones culturales, materiales, etcétera; y los factores internos son el autorrespeto, la autoestima.
La dignidad como uno de los valores fundamentales atraviesa la protesta, pacífica, tranquila pero firme. La dignidad no se negocia
La justicia es la demanda prioritaria y el horizonte último del desarrollo en un mundo globalizado, porque se hace necesario que se cumplan las leyes consideradas justas para que se observe el derecho a la vida digna de todas las personas de la comunidad (Cfr. Stalsett, 2005).
Las marchas demandan justicia, por el esclarecimiento de estos desgraciados sucesos, que aún después de tantos días siguen sin asomar los responsables
En las marchas los valores están presentes en los reclamos, son reclamos situados en el tiempo y en el espacio cultural que convocan; no hay lugar para el disvalor: los aspectos negativos son repudiados tanto como realidad histórica como absoluta.
El reclamo por una educación pública de calidad, segura y en condiciones dignas es el valor por antonomasia que se invoca a cada paso en cada marcha
De ahí que en las marchas los valores son exigidos en su totalidad, aunque los valores morales como la honradez, la lealtad, la tolerancia activa, la solidaridad, la bondad, sirven de guía para seguir poniendo el cuerpo, la voz, la esperanza en un Moreno y en un mundo mejor, mejor y mejor para todos y todas.
Cristina Campagna 17/09/2018
* Profesor asociado y director del Programa de Investigación: Religion in a globalised age, Universidad de Oslo
Una respuesta a «Las marchas en Moreno: una mirada ética»
Solo los grandes de corazon pueden escribir con la verdad en el alma, y el sentimiento mas puro de solidaridad absoluta.
¡gracias licenciada!