Anoche vi un video de un grupo de personas en el Obelisco que se reunieron para defender al gobierno de Macri. No me molestó pues si los opositores reclamamos nuestro derecho a expresarnos, es correcto que sus seguidores se pronuncien.
Pero, siempre hay un pero, es permisible defender una gestión defendiendo a un asesino? Todos hemos visto el video del policía matando al delincuente, de forma absolutamente ilegal.
Ese pequeño grupo (no eran más de 100) al grito de Chocobar, Chocobar, Chocobar me estremeció! El rugido era de odio, de resentimiento…
Me llevó a pensar hasta dónde? hasta cuándo? cómo se llega a esto? Y de pronto me aparecieron a la memoria las pintadas de Viva el cáncer!, los cartelitos en los autos Los argentinos somos derechos y humanos, las pertinaces repeticiones de algo habrán hecho…a mí no me pasó nada…
Esa puñalada en el alma que sentí ya la tengo clavada hace mucho, es un dolor que no cesa…
Sólo podemos solucionar nuestras deferencias matando al otro? Destruyendo a quienes no piensan como nosotros? Negando, negando nuestra historia…olvidar el pasado para construir el futuro? qué futuro? cómo se hace?
La historia es una construcción, no hay una historia hay por lo menos dos, la de la inquina y la de la justicia. La que divide y la que trata de encontrar un camino común a partir de las diferencias, aunque si las diferencias son la del desprecio, la que niega el No matarás, la de la justicia por mano propia, no hay posibilidad de construcción.
Pretender la violación de las leyes y de la Constitución es insalvable, esa es la verdadera grieta de la que tanto se alude
Esta Patria clausurada por la degradación, por el descrédito, por la humillación, por la deshonra, no es Patria es Colonia.
Cristina Campagna